
GRANADA, 12 – Los ayuntamientos de Armilla y Maracena, situados en el área metropolitana de Granada y gobernados por el PSOE, han expresado su satisfacción por la decisión anunciada este miércoles por la alcaldesa de Granada, Marifrán Carazo, del PP, de posponer durante seis meses, hasta el 1 de octubre, la implementación de sanciones por el acceso a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Ambos consistorios han reiterado la importancia de alcanzar un consenso en la regulación de esta medida.
Aplazamiento de las sanciones: un paso positivo
En un comunicado, la alcaldesa de Armilla, Loli Cañavate, ha señalado que «la decisión del Ayuntamiento de Granada de aplazar hasta el 1 de octubre la aplicación de sanciones en la ZBE es un paso en la dirección correcta». Cañavate ha celebrado que la alcaldesa de Granada haya respondido a las demandas de los municipios aledaños, enfatizando que este periodo de seis meses debe ser utilizado para lograr un acuerdo que contemple la realidad metropolitana y para corregir los aspectos problemáticos de la ordenanza de movilidad que impactan a las localidades vecinas.
El consistorio de Armilla había presentado alegaciones contra la ordenanza de movilidad sostenible, que regula la ZBE, argumentando que esta introduce una «discriminación injustificada» entre los ciudadanos según su lugar de residencia, lo que «vulnera» principios constitucionales de igualdad y proporcionalidad. Cañavate ha insistido en que es alentador que el Ayuntamiento de Granada haya comprendido que no se puede imponer una normativa de tal magnitud con la oposición de toda el área metropolitana y sin asegurar previamente medidas efectivas de transporte público y aparcamientos disuasorios.
La postura del Ayuntamiento de Maracena
Por su parte, el Ayuntamiento de Maracena ha valorado positivamente el aplazamiento de las sanciones en la ZBE de Granada, considerando que esta decisión es el resultado de la presión social e institucional ejercida por los vecinos y los municipios afectados. Sin embargo, el alcalde Carlos Porcel ha subrayado la necesidad de abordar esta cuestión «de manera conjunta y coordinada» entre todos los municipios del área metropolitana, ya que sus ciudadanos «hacen vida diariamente en la capital».
Porcel ha manifestado que aunque las modificaciones anunciadas representan un avance, estas siguen siendo «insuficientes» para atender las necesidades específicas de Maracena y de las localidades cercanas. «La movilidad en el área metropolitana de Granada es un reto que debe resolverse con una planificación que considere la realidad de cada municipio y garantice soluciones efectivas y equilibradas para todos los ciudadanos», ha añadido el alcalde.
Compromiso con la justicia y la sostenibilidad
Desde el Ayuntamiento de Maracena han afirmado que permanecerán «vigilantes» ante las modificaciones que pueda establecer el Ayuntamiento de Granada en la ZBE. En este sentido, han manifestado que abordarán el proceso desde «una postura vigilante y crítica», con el objetivo de «defender los intereses de sus vecinos y garantizar que las medidas adoptadas sean justas y adecuadas para todos los afectados».
Asimismo, el consistorio ha recordado a la ciudadanía que continúa la recogida de firmas al respecto en la segunda planta del Ayuntamiento y en todos los edificios públicos. «Seguimos impulsando esta iniciativa para exigir una ZBE justa para todos y lograr un acuerdo entre administraciones que permita encontrar soluciones sostenibles y consensuadas. Nuestro objetivo es mejorar la calidad del aire sin perjudicar la movilidad», ha concluido Porcel.
El pasado jueves, alcaldes y portavoces socialistas en el cinturón granadino y su entorno exigieron en la Plaza del Carmen, frente al Ayuntamiento de Granada, a Carazo que recapacitara y consensuara una nueva ZBE «que no discrimine a la población».