
Antonio Caballero celebra 25 años como sacerdote en Las Margaritas
El pasado mes de noviembre, Antonio Caballero, natural de Villanueva del Duque (Córdoba, 1950), conmemoró un cuarto de siglo como sacerdote al frente de la iglesia de Las Margaritas. Para celebrar esta significativa fecha, centenares de vecinos se congregaron el domingo en la parroquia, donde le brindaron un cálido homenaje como muestra de afecto y reconocimiento a su labor pastoral.
A la entrada del templo, Caballero aguardaba con serenidad, las manos entrelazadas tras la espalda y una leve sonrisa en el rostro. Con su característico sentido del humor, rompió el hielo con un chiste mientras posaba para las fotografías. Orgulloso, no dudó en mostrar cada rincón de la parroquia, un lugar que ha sido testigo de su entrega y dedicación durante estos 25 años.
Un sacerdote cercano a su comunidad
Tras la ceremonia, Antonio Caballero se dirigió al bar del barrio, caminando despacio y saludando a los vecinos que se cruzaban en su camino. Su figura es ampliamente conocida y querida en la comunidad, donde ha forjado fuertes lazos con los habitantes a lo largo de su trayectoria. Cada gesto y palabra denotan su cercanía y compromiso con las personas que lo rodean.
En el bar, Caballero intercambió unas palabras con el camarero, demostrando una vez más su habilidad para conectar con quienes le rodean. Su mirada, atenta y observadora, captó la grabadora de un periodista presente, a quien dirigió un comentario con tono jocoso: «¿Llevas un rato grabando, eh?». Este tipo de detalles reflejan su carácter afable y su capacidad para generar un ambiente distendido incluso en momentos solemnes.
25 años de servicio y dedicación
Antonio Caballero ha dedicado su vida a la comunidad de Las Margaritas, convirtiéndose en una figura clave para los vecinos. Su labor no se limita únicamente al ámbito religioso, sino que también ha desempeñado un papel fundamental en el fortalecimiento del tejido social del barrio. Su presencia constante y su disposición para ayudar han sido pilares en la vida de muchas personas.
La celebración de sus 25 años como sacerdote no solo fue un homenaje a su trayectoria, sino también una oportunidad para que la comunidad expresara su gratitud y respeto hacia quien ha sido un referente espiritual y humano. Antonio Caballero, con su sencillez y cercanía, continúa dejando una huella imborrable en el corazón de quienes lo conocen.