
Un nuevo líder en el Vaticano
Antonio Murillo, sacerdote con 31 años de experiencia en la parroquia Jesús Divino Obrero del Sector Sur en Córdoba, describe al recientemente elegido Sumo Pontífice, Prevost, como una persona dialogante, muy trabajadora y discreta. Según Murillo, estas cualidades prometen traer muchas sorpresas al liderazgo de la Iglesia.
El sacerdote ha estado siguiendo de cerca los eventos que se desarrollan en el Vaticano. Tras la aparición del humo blanco, Murillo se sintió sorprendido al reconocer a Prevost, un antiguo compañero con quien compartió charlas y comidas en Perú. Este reencuentro inesperado marca un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia.
Un pasado compartido
La relación entre Murillo y Prevost se remonta a sus días en Perú, donde forjaron una amistad basada en el diálogo y el intercambio de ideas. Esta conexión personal añade una dimensión especial a la elección de Prevost como Sumo Pontífice, ya que Murillo tiene la oportunidad de observar de cerca su evolución y liderazgo.
Con la llegada de Prevost al Vaticano, muchos esperan que su estilo de trabajo y su enfoque dialogante transformen la dinámica de la Iglesia, abriendo nuevas puertas a la comunicación y la colaboración entre diferentes comunidades.