Tradición y devoción en el Lunes Santo
Los Lunes Santo en Jaén son sinónimo de fervor y tradición, especialmente en el casco antiguo de la ciudad. Este año, como es habitual, cientos de fieles se congregaron en la Parroquia de Nuestra Señora de la Merced, sede canónica de la hermandad franciscana. Desde este emblemático lugar, inició su recorrido la imagen del Santísimo Cristo de las Misericordias y Nuestra Señora de las Lágrimas. La plaza de la Merced se encontraba repleta de personas que esperaban con ansias el inicio de una procesión que es esperada con gran devoción por la comunidad.
Entre los asistentes, se destacaron estudiantes y representantes de la Universidad de Jaén (UJA), quienes pudieron presenciar uno de los momentos más icónicos de la Semana Santa jaenera: el tradicional rezo de la Tuna Universitaria. Los costaleros de Nuestra Señora de las Lágrimas, con gran destreza, mecían el palio al compás de las melodías que resonaban en el ambiente, creando un espectáculo visual y sonoro que emocionó a todos los presentes.
Un Lunes Santo lleno de esperanza
El itinerario de la procesión continuó al ritmo de la Banda de Cornetas y Tambores de la Expiración, que cada año acompaña al paso del Señor. Este Lunes Santo se vivió con una atmósfera mágica, cargada de significado y esperanza, especialmente tras la cancelación del evento el año anterior debido a las inclemencias del tiempo. La hermandad logró regresar a la iglesia de La Merced con total normalidad, marcando así el inicio de la cuenta atrás para el próximo año.
La participación de la comunidad y el fervor religioso se entrelazan en esta celebración, convirtiendo cada Lunes Santo en una experiencia única que reafirma la identidad cultural y espiritual de Jaén. La espera y la emoción por la próxima procesión ya comienzan a palpitar en el corazón de los devotos, quienes se preparan para vivir nuevamente esta tradición que trasciende generaciones.