
Santa Catalina recorre las calles de Jaén antes de su llegada al castillo
Apertura de las puertas de la Parroquia y despedida de la ciudad
A las nueve de la mañana, las nuevas puertas de la Parroquia de la Inmaculada y San Pedro Pascual se abrieron para dar inicio a una jornada especial en honor a Santa Catalina, patrona de Jaén. Los jiennenses, congregados desde temprano, se dieron cita para acompañar a la imagen en su recorrido hacia el castillo que lleva su nombre. Antes de emprender el ascenso, la comitiva procesional quiso rendir homenaje a las calles de la capital, realizando un recorrido que incluyó algunas modificaciones respecto al itinerario tradicional.
El trayecto comenzó por la calle Doctor Azpitarte y continuó por la carretera de Circunvalación, Juan Montilla, plaza Lola Torres, Carrera de Jesús, calle Conde, calle Frente a Jesús, calle Merced Alta, Plaza de la Merced, calle Capitán Aranda Alta y nuevamente la carretera de Circunvalación. Desde allí, el cortejo se dirigió al camino Mozárabe, conocido como Manolito Ruiz, para finalmente tomar la carretera de subida al Castillo. Uno de los momentos más destacados del recorrido fue la entrada al Camarín de Jesús, donde la patrona fue recibida con honores por los hermanos de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, quienes la colmaron de flores en un emotivo gesto de devoción.
Un ascenso lleno de música y fervor
El recorrido prosiguió por las empinadas y estrechas calles del barrio de La Merced, donde la imagen de Santa Catalina fue acompañada por la Sociedad Filarmónica de Jaén, que ofreció un repertorio musical solemne y emotivo. Además, en ciertos puntos del trayecto, un animado gaitero y la Tuna Universitaria de Jaén se unieron al cortejo, aportando un toque festivo que encantó a los asistentes.
Conforme avanzaban las horas, el número de personas que se sumaban al séquito aumentaba, reflejando el profundo fervor que los jiennenses sienten por su patrona. Cerca de las doce y media del mediodía, la comitiva alcanzó el arco de entrada al Castillo de Santa Catalina, marcando el tramo final de la romería. El patio de armas del castillo fue el escenario elegido para la celebración de una misa en honor a Santa Catalina, un acto cargado de solemnidad y recogimiento.
Celebraciones en torno al castillo
Tras la misa, los asistentes continuaron la jornada festiva en los alrededores de la fortaleza. Tanto jiennenses como visitantes aprovecharon la ocasión para disfrutar de los platos típicos de esta celebración, entre los que destacaron las tradicionales sardinas, que se han convertido en un símbolo gastronómico de estas fechas.
El ambiente en torno al castillo estuvo marcado por la convivencia, la música y el buen ánimo de los presentes, quienes compartieron momentos de alegría en honor a su patrona. La romería de Santa Catalina, como cada año, volvió a ser una muestra del arraigo de las tradiciones y del fervor religioso que caracteriza a la ciudad de Jaén.