
CÓRDOBA, 9
La consejera de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, María del Carmen Castillo, ha emitido un mensaje dirigido a todos los alumnos y familias tras el trágico fallecimiento de un joven de 17 años, residente en Aznalcóllar (Sevilla), quien fue apuñalado a la salida del IES en el municipio sevillano de Gerena. Castillo enfatizó que «las cosas se pueden solucionar de otra manera, que la violencia no va a ningún sitio y que hay que transmitir otros valores».
Reflexiones sobre la violencia en el entorno educativo
En declaraciones a los medios en Córdoba, la consejera aclaró que «los hechos no ocurrieron en el centro educativo, sino fuera, y probablemente no tengan nada que ver con lo que ocurre en el centro educativo, pero estamos hablando de menores». Este incidente ha suscitado una reflexión sobre la necesidad de abordar la violencia en todas sus formas, especialmente en el contexto de la educación.
Castillo destacó la importancia de recordar que en los centros educativos se trabaja activamente en la lucha contra cualquier tipo de violencia. Sin embargo, también subrayó que «la violencia que está vinculada a situaciones que se pueden resolver de otra manera, hay que trabajarla mucho, y eso es lo que se hace, apoyando al centro educativo». Esta afirmación pone de relieve el compromiso de la Junta de Andalucía con la promoción de un entorno escolar seguro y respetuoso.
Apoyo a la comunidad educativa
En relación con el impacto de este suceso, la consejera informó que tanto las familias como el personal del centro educativo están recibiendo atención de un equipo de apoyo psicopedagógico de la Junta de Andalucía. Este apoyo es fundamental para ayudar a la comunidad educativa a sobrellevar el trauma ocasionado por la tragedia.
Asimismo, las autoridades educativas han decidido continuar con las clases, siguiendo los protocolos establecidos para situaciones de esta naturaleza. Sin embargo, se ha incorporado un equipo de apoyo psicopedagógico para atender a la comunidad educativa, reconociendo la necesidad de brindar asistencia emocional y psicológica tras el incidente.