La llegada de Raphael a los niños de Pídeme la Luna

La Humanidad de Raphael en Jaén

El afecto que genera la figura de Raphael trasciende sus impresionantes cifras de ventas y reconocimientos. Este sentimiento se manifiesta también a través de sus acciones. En su rol como Padrino de Honor de la Asociación Pídeme la Luna, Raphael aprovechó su visita a Jaén para interactuar con los niños de la asociación en el Hospital Materno Infantil. Los pequeños, José María, Daniela, Samuel, Sara y Ainara, lo recibieron con entusiasmo, llenos de alegría y cariño, creando un emotivo ambiente en compañía de sus familias.

Este encuentro fue un momento significativo, donde Raphael, junto a su esposa Natalia Figueroa, ascendió a la sexta planta del hospital en compañía de Marisol Escribano, presidenta de la asociación. En este espacio, tuvieron la oportunidad de conocer la Unidad de Cuidados Paliativos Pediátricos, un área especialmente diseñada gracias al esfuerzo solidario de Pídeme la Luna. La doctora Ana Belén López, responsable de la unidad, junto a las enfermeras Rosario Bernal y Ángela Comas, les explicaron la labor que realizan con los niños de oncohematología y sus familias, enfatizando la importancia de ofrecer atención integral y apoyo emocional.

Un Encuentro Emotivo

En este emotivo encuentro también participó José Miguel Echevarría, atleta y policía nacional, quien con su hazaña solidaria, conocida como Ubuntu, corrió durante 24 horas para recaudar fondos que hicieron posible la adecuación de la unidad. Desde la Asociación Pídeme la Luna, se destacó que “Raphael y Natalia mostraron en todo momento su cercanía y calidez, emocionándose visiblemente al conocer de cerca la labor de la asociación y al escuchar las historias de estos pequeños guerreros”.

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Para Pídeme la Luna, contar con Raphael como Padrino de Honor desde 2017 es considerado “un auténtico privilegio”. La asociación subrayó que “su visita de hoy, marcada por la ternura y la sensibilidad, ha dejado una profunda huella en todos los que han compartido este día tan especial”. Lejos de los focos y en un ambiente de profunda intimidad, Raphael demostró esa faceta que lo convierte en una persona querida tanto dentro como fuera de las fronteras españolas, acercándose a quienes más lo necesitan y ofreciendo su apoyo, tal como lo hace en el escenario.

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