Mujer de 84 años herida tras ataque de un ciervo en Castril permanece en estado grave bajo observación

GRANADA, 19 (EUROPA PRESS)

Una mujer de 84 años se encuentra en estado grave tras haber sido atacada por un ciervo salvaje en una finca de la localidad granadina de Castril. El incidente, que tuvo lugar el pasado jueves, también resultó en la trágica muerte de su esposo, un hombre de 91 años. La mujer permanece bajo observación en el hospital Virgen de las Nieves en Granada, según han confirmado fuentes de la Delegación de Salud de la provincia a Europa Press.

El suceso ocurrió alrededor de las 19:15 horas, cuando el Centro de Emergencias Sanitarias 061 solicitó la intervención de los cuerpos de seguridad a través del 112. El ataque se produjo en un cortijo ubicado en la carretera GR-9105, entre las localidades de Almontaras y Los Cortijillos, donde se confirmó el fallecimiento del hombre.

Traslado de la víctima y estado de los familiares

Inicialmente, la mujer fue atendida en el Hospital de Baza, donde se encontraba en observación a la espera de ser trasladada a un centro hospitalario en la capital granadina. Por su parte, el hijo de la pareja, de 61 años, quien aparentemente intentó socorrer a su padre durante el ataque del animal, no sufrió heridas físicas y ya ha sido dado de alta del hospital.

El ataque del ciervo ha conmocionado a la comunidad local, especialmente por la gravedad de las heridas sufridas por la mujer y la pérdida de su esposo, un vecino muy querido en la zona.

El ciervo y su comportamiento en época de celo

El alcalde de Castril, Miguel Pérez, expresó su pesar por la «trágica» muerte del vecino, destacando que era una persona «muy querida en el pueblo». Además, señaló que en los últimos años la población de ciervos ha crecido considerablemente en el Parque Natural Sierra de Castril, lo que ha incrementado su presencia en áreas rurales.

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Este ataque coincide con el periodo de celo del ciervo, conocido como la berrea, durante el cual los machos se vuelven más agresivos y se desplazan más por el territorio en busca de hembras. Este comportamiento puede aumentar el riesgo de encuentros peligrosos con humanos, como el que ocurrió en esta ocasión.