Un homenaje poético a Jaén a través de la voz de Irene Martínez

Marzo, mes de la poesía y homenaje a Miguel Hernández

El mes de marzo se ha convertido en un tributo a la poesía, coincidiendo con la celebración de su día internacional. En la ciudad de Jaén, este homenaje se ha centrado especialmente en la figura del poeta Miguel Hernández. La Gala Jaén Única, organizada por Diario JAÉN, fue el escenario perfecto para rendir tributo a este ilustre escritor. Durante el evento, la cantante de copla Irene Martínez, galardonada con el Premio “Espíritu Musical” 2025, ofreció una emotiva interpretación de la jarcha “Andaluces de Jaén” ante un público entusiasta en el Palacio de Ferias y Congresos.

Esta pieza musical, que se convirtió en himno oficial de la provincia en 2012, está basada en el poema “Aceituneros”, que Hernández escribió durante su estancia en la capital jiennense entre marzo y junio de 1937, en el contexto de la Guerra Civil Española. La letra de la canción evoca la identidad y el orgullo de los andaluces, así como la dura realidad de los aceituneros de la región.

Un canto a la tierra y su gente

“Andaluces de Jaén, aceituneros altivos. Decidme en el alma quién, quién levantó los olivos, andaluces de Jaén”, fueron las primeras palabras que resonaron en el auditorio, mientras Irene Martínez se presentaba en el escenario por segunda vez. Su actuación no solo fue un homenaje a Miguel Hernández, sino también un reconocimiento a todos los municipios y comarcas de la provincia, en el marco de la Feria de los Pueblos. La artista, originaria de Martos, ha demostrado su profundo amor por su tierra a lo largo de su carrera.

LEER:  El inspirador legado de la infancia recuperado por Atende

A los dieciocho años, Martínez decidió dedicarse a la música, buscando siempre su propia voz y estilo, inspirándose en diversas influencias a lo largo de su trayectoria. “Cuántos siglos de aceituna, los pies y las manos presos, sol a sol y luna a luna, pesan sobre nuestros huesos”, continuó la canción, resonando con la historia y el esfuerzo de los trabajadores del campo. El aplauso que despidió a Martínez se sintió como un eco en el vasto mar de olivos que caracteriza la provincia.