
SEVILLA, 5. El presidente de la Asociación Gremial de Arte Sacro de Sevilla, Francisco Carrera ‘Paquili’, ha recibido un masivo apoyo por parte del mundo de las hermandades de Sevilla tras haber denunciado este viernes mensajes intimidatorios recibidos a través de la red social WhatsApp procedentes de un número de teléfono de Pakistán, país desde el que llegan bordados de muy escasa calidad, que el sector viene criticando con dureza desde hace semanas. No en vano, el pasado 31 de agosto el colectivo emitió un comunicado al respecto.
Solidaridad de las Hermandades
Ante esta situación, varias hermandades de la ciudad, entre ellas la Macarena y la Esperanza de Triana, han manifestado su solidaridad. La primera de ellas ha expresado públicamente su apoyo al sector en un mensaje en redes sociales en el que defiende que los artesanos son depositarios de una tradición ancestral y garantes de la transmisión de técnicas históricas a las nuevas generaciones.
Como destaca la corporación macarena, su trabajo «tiene un alto valor artístico, devocional, identitario y cultural, esencial para la manifestación pública de nuestra fe» y contribuye al esplendor del patrimonio religioso de Sevilla.
Amenazas y Reacciones
En declaraciones, Carrera ha explicado que los mensajes, enviados por una persona que se identificaba como propietario de un taller de bordados, contenían amenazas intimidatorias en respuesta a sus advertencias sobre los efectos negativos que tiene para la Semana Santa la adquisición de piezas elaboradas en Pakistán.
El artesano ha defendido que estos talleres cuentan con redes de intermediarios en Andalucía, quienes actúan como enlace con las hermandades, y sospecha que habrían facilitado a los proveedores extranjeros los teléfonos de profesionales locales para hostigarlos. El presidente del gremio ha confirmado que el caso ya está en manos de sus abogados, que preparan acciones legales.
Denuncias de Otros Diseñadores
Las amenazas no se habrían limitado a Carrera. El diseñador Javier Sánchez de los Reyes denunció a través de su cuenta oficial en ‘X’ que también él y el diseñador Antonio Castro recibieron este jueves mensajes de confrontación de un hombre que se identificaba como Muhammad, dueño de un taller pakistaní, después de que ambos alertaran en redes sociales de un presunto robo de fotos y trabajos comercializados como propios.