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A pesar de que los datos son impactantes, son fundamentales para comprender la magnitud de un problema social tan grave como la violencia de género. Las estadísticas no solo evidencian la crudeza de una realidad que no puede ser ignorada, sino que también reflejan la necesidad urgente de una respuesta colectiva. En 2024, se registraron en Jaén un total de 11.678 casos en el Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (Viogén), según los últimos datos del Ministerio del Interior. Al finalizar el año, 1.802 de estos casos seguían activos y bajo seguimiento policial en la provincia, mientras que otros 32 estaban en una fase temporal de seguimiento especial antes de su posible inactivación.
Un aumento preocupante en las denuncias
La cifra de casos registrados el año pasado es casi tres veces mayor que la de 2013, cuando comenzaron los informes en el Sistema Viogén. En concreto, hace doce años se contabilizaron 4.780 casos. Este aumento no necesariamente indica un incremento en la violencia hacia las mujeres, sino que puede reflejar un aumento en las denuncias por parte de las víctimas, gracias a un mayor acceso a recursos y a la visibilización del problema. “Cada vez hay más conciencia. El caso de Jennifer Hermoso, por ejemplo, es un claro ejemplo de cómo ha cambiado la percepción social. Hace unos años, una denuncia como la suya habría sido objeto de burla”, señala Juana Peragón, representante de la Asamblea de Mujeres Feministas 8-M Jaén.
Desde que se tienen registros en 2003, hasta el 31 de enero de 2025, en España han sido asesinadas 1.295 mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Según los boletines del Ministerio de Igualdad, en ese mismo período, 20 mujeres fueron asesinadas por violencia de género en Jaén, cada una con su propia historia y vida por delante. Entre ellas se encuentran María Rosa Gómez, asesinada a tiros por su marido en 2023 en Villanueva del Arzobispo, y Alicia Rodríguez, atropellada mortalmente por su pareja en 2021 en Marmolejo.
El perfil de las víctimas y los desafíos en la denuncia
La denuncia es el último recurso que utiliza una mujer ante una situación insostenible. Aunque la violencia machista no distingue edades y se presenta cada vez más en los jóvenes, las cifras indican que las víctimas suelen ser mujeres mayores de treinta años. De los 11.678 casos registrados en Viogén el año pasado, 4.828 correspondían a mujeres de entre 31 y 45 años, y otros 4.386 eran de mujeres de entre 46 y 64 años. “En promedio, pasan más de diez años antes de que una mujer decida denunciar. Eso es un tercio de su vida soportando la situación. La víctima es la que tiene que huir, dejar su entorno e incluso cambiar su número de teléfono para evitar ser localizada”, comparte Peragón, quien critica la “intolerancia machista” que persiste en la sociedad.
En este proceso, las mujeres se enfrentan a riesgos significativos y muchas consideran que las medidas de protección disponibles no son suficientes. Aunque se han logrado avances legislativos, Peragón sostiene que “no hay recursos suficientes para aplicarlos”. A pesar de que se asignó una considerable suma de dinero para centros de atención 24 horas a víctimas de violencia sexual, en Jaén se observa una caravana que resulta indignante, lo que genera dudas sobre la correcta utilización de esos fondos.
Perspectivas desde el ámbito judicial
Desde el ámbito judicial, se ofrece una visión diferente. “Existen numerosos recursos asistenciales, policiales y judiciales para ayudar a la víctima a salir del círculo de la violencia, y ese es el mensaje que debemos transmitir: la necesidad de denunciar para activar la maquinaria judicial que la proteja”, manifiesta Isabel María Moreno, magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Jaén.
El teléfono 016 se mantiene como un recurso esencial para las víctimas de violencia de género. En diciembre de 2024, se registraron 47 llamadas en la provincia, el 83% de ellas provenientes de víctimas directas. Sin embargo, muchas mujeres aún no se sienten con el valor suficiente para denunciar. “En algunos casos, la víctima no desea presentar denuncia contra su agresor o no quiere declarar en su contra. Aun así, si se tiene conocimiento de los hechos y hay testigos, se pueden adoptar medidas de protección para la víctima, aunque ella no lo desee”, explica Moreno.
Los datos presentados reflejan una realidad que no puede ser ignorada. A pesar de los avances en protocolos y recursos, la violencia de género sigue siendo un problema que afecta a miles de mujeres en la provincia. Aún queda un largo camino por recorrer para erradicar esta lacra social. “Estamos en un momento decisivo; o avanzamos o retrocedemos a una situación donde ciertos sectores quieren que estemos, esperando detrás de ellos”, concluye Peragón.
Isabel María Moreno Almagro, magistrada titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Jaén: “Estamos colapsados por el aumento de las denuncias”
—En muchos casos, las víctimas denuncian y luego se retractan por miedo. ¿Cómo se manejan estas situaciones?
—Existen casos en los que la víctima, a pesar de haber denunciado ante la Policía, decide acogerse a la dispensa legal de no declarar contra su pareja o cónyuge. Sin embargo, el procedimiento puede continuar si hay otros elementos que incriminan al agresor, dado que se trata de delitos que se persiguen de oficio.
—¿Se enfrenta la judicatura a dificultades para hacer cumplir las órdenes de alejamiento u otras medidas cautelares?
—La desatención por parte del investigado puede constituir un delito de quebrantamiento de medida cautelar, lo que podría agravar las medidas ya adoptadas. Además, se pueden imponer medidas de control telemático para supervisar el cumplimiento de las órdenes de alejamiento, que alertan a la víctima si el agresor se aproxima. Esto ha demostrado ser eficaz, según los datos.
—¿Se podrían agilizar los procedimientos para la víctima?
—Todos los Juzgados de Violencia sobre la Mujer y los Juzgados de lo Penal con competencia en esta materia están colapsados debido al aumento de las denuncias. A partir de octubre, asumiremos nuevas competencias en delitos de violencia sexual, lo que